Si inicialmente te apoyaste en ella y te fue llevando así, lateralmente, hacia la orilla y en el último momento te acaba volteando, será que calculaste mal, debías seguir apoyándote lo suficiente en ella como para que no te volteara.
Creíste que ya no hacía falta apoyarte tanto en ella, pues al acercarse a la orilla va perdiendo potencia/fuerza/altura.
Apoyarte implica inclinarse contra ella y ayudarse con la pala a mantener el equilibrio. Se ve que pensaste que ya no tenías que inclinarte hacia ella, la pudiste ver muy pequeña ya, y te enderezaste ... justo en ese momento pierdes el equilibrio, pues la ola sigue teniendo la fuerza suficiente como para volcarte.
No hay más.
pensaba que estaba todo controlado
Ese fue tu fallo, confiarte o pensar que estaba controlado.
Todo esto lo digo si siempre estuviste flotando. Porque si sucede que el kayak llegó a tocar en el fondo, sería este otro motivo de ese volteo. El fondo del kayak topea con el suelo y se frena, y la parte aérea sigue el movimiento que le trae la ola.
Pero igualmente es un fallo debido a confiarse y no seguir con la posición inclinada hacia la ola que deberías mantener. ¿Por qué esa inclinación? Para contrarrestar la propia tendencia de la ola.
Podrías verlo comparando el giro, a gran velocidad, sobre una bicicleta. Para girar inclinamos la bici a un lado, y no giramos el manillar.
Si uno cree, por confiarse y por falta de experiencia, que puede girar el manillar en un momento dado, el fallo es ese, creer que controlaba la situación de ese modo.
Es encontrar el punto de equilibrio. Eso te lo da la experiencia, cuanto más pruebes más datos tendrás y tu cabeza sabrá valorar mejor la situación. Lo que te ha pasado, no debería volverte a pasar, pues ya tienes ese dato y sabes el resultado. Tendrás que cambiar algo en tus maniobras y ver qué funciona según la situación en que estés.